La pasada semana, más de 400 profesionales sanitarios del ámbito de las enfermedades mentales se congregaron en Vitoria para participar en el XXV Curso de Actualización en Psiquiatría. Los asistentes expusieron y debatieron diferentes líneas de intervención e investigación en el área de la salud mental. En este marco, el doctor Iñaki Madariaga, médico psiquiatra responsable de la Unidad de Psiquiatría Legal (UPL) del Hospital Aita Menni, habló del funcionamiento del dispositivo que dirige. Pionera en el Estado, la UPL ofrece un servicio de atención psiquiátrica para pacientes implicados en procesos judiciales debido a actos que han cometido a causa de su enfermedad mental.
En el momento de su apertura la UPL tenía un nivel de concertación de cinco camas con la Dirección Territorial de Salud de Gipuzkoa, aunque, según Madariaga, desde el comienzo las previsiones indicaban que éste era un número insuficiente y por ello enseguida se elevó a 10. «Esta Unidad no tenía una voluntad de servicio únicamente para el ámbito guipuzcoano sino también para la Comunidad Autónoma Vasca y otros entornos geográficos próximos. De hecho gran parte de la demanda ahora proviene del territorio vizcaino«, explica el doctor. Apenas tres años después, en agosto de 2016, la UPL finalizaba sus obras de ampliación para disponer de las 20 plazas actuales. Hoy en día, 18 plazas de esta Unidad mixta están ocupadas (por 16 hombres y dos mujeres) y se espera que en el plazo de un mes o mes y medio dejen de estar libres las dos vacantes.
La UPL da respuesta a la demanda de atención de enfermos mentales graves que, tras haber cometido un delito grave y ser juzgados precisan muy elevados niveles de seguridad, debido al confinamiento decretado para ellos por orden judicial. Desde que existe este servicio, que conecta con el concepto de «justicia terapéutica o restaurativa«, las medidas de internamiento sustituyen a las penas de cárcel cuando la autoridad judicial reconoce que quien ha cometido el delito no era responsable de sus actos en el momento de cometerlo. Se procede al internamiento en coordinación con el área de salud mental correspondiente.
«En realidad se trata de reconocer, y en una sociedad avanzada como la nuestra ya existe ese reconocimiento unánime, desde el mundo judicial, sanitario y social, –remarca Madariaga– de que la asistencia terapéutica también incide en la aplicación de la justicia». «Con 20 camas creemos que se atiende esta demanda, de modo que lo razonable sería que la UPL se estabilizara, si bien se espera que experiencias pioneras como ésta se vayan generalizando en unos años, igual que se pusieron en marcha hace 20 años en Suiza, Francia o Inglaterra«, opina.
Por otro lado, el coordinador de Psiquiatría Legal nos anuncia que el Hospital está configurando un proyecto de creación de una Unidad de Baja-Media Seguridad para cubrir las necesidades de pacientes psiquiátricos con unos requerimientos inferiores de seguridad o unas medidas que no tienen por qué ser tan exhaustivas como las de la UPL.