El fin pasado fin de semana ha sido testigo del I Encuentro Nacional de Voluntariado de Hermanas Hospitalarias. Cuatro personas voluntarias de Arrasate-Mondragón y tres de Durango, acompañadas por Egoitz Zabala, coordinador de Voluntariado de Aita Menni, y Gema Reinares y Arrrate Romero, como integrantes de nuestro equipo de voluntariado, han participado en el evento.
Los días 8, 9 y 10, El Prat del Llobregat (Barcelona) acogía así a 180 personas de 23 centros de Hermanas Hospitalarias, en representación de los 823 voluntarios y voluntarias «con corazón» de la Institución. Un encuentro que ha servido para compartir experiencias y reflexionar sobre el extraordinario papel de apoyo a las personas que atendemos que realizan.
La mañana del sábado, sor Rosa María Gutierrez, consejera de Pastoral, junto con el director gerente de Hermanas Hospitalarias España, Alberto Martín de la Mata, y Francina Alsina y Canudas, presidenta de la Federación Catalana de Voluntariado Social, se encargaron de inaugurar el programa de la jornada.
Voluntarios y voluntarias presentes pudieron reflexionar sobre el camino andado y realizar propuestas concretas para desarrollar en los próximos años, ya que ellos y ellas son los protagonistas de la solidaridad; el vivo ejemplo de que otro mundo es posible, un mundo en donde nadie quede apartado en la cuneta por el mero hecho de ser diferente a la mayoría, por ser más frágil que otras personas, o por tener un diagnóstico que estigmatiza.
El balance de este I Encuentro Nacional de Voluntariado no puede ser más que de éxito, ya que se pudieron compartir experiencias, conocimiento, pero sobre todo, emociones. Toda una inyección de energía positiva que estimula a continuar el camino del voluntariado hospitalario, y al que cualquiera que lo desee puede sumarse informándose aquí.
Con el objetivo común de ayudar a quienes más lo necesitan, la presencia de las personas voluntarias es cada vez más numerosa en los centros de Hermanas Hospitalarias. La institución asume la tarea de cuidar y orientar al voluntariado en su servicio alegre y desinteresado.