Al monte en silla de ruedas
La rehabilitación es tan importante como la inclusión en la sociedad, porque rehabilitarse de un daño cerebral no significa solo intentar recuperar las funciones físicas o cognitivas, sino también procurar seguir participando en actividades que se organizan en la comunidad, ver la manera de reintegrarse en el entorno social, participar activamente en la vida cotidiana, en la medida que sea posible en el mundo laboral, etc. La inclusión promueve la autonomía, el respeto y la dignidad de todas las personas. Y las hace más felices.
El primer domingo de mayo la gente de Eskoriatza sube al monte Atxorrotx. Tomando distintos recorridos, todos suelen acercarse hasta la ermita para, como es costumbre, tocar la campana y, por supuesto disfrutar de un buen almuerzo al aire libre.
Silla Joëlette
Voluntarios y voluntarias de la Asociación Montes Solidarios auparon a Juan Carlos, empujando su silla de ruedas de ruedas hasta la cumbre de la peña, para que pudiera realizar el recorrido como hace mucha gente de la zona en esta fecha. Juan Carlos es usuario de nuestro Centro de Día de Daño Cerebral de Musakola, en Arrasate-Mondragón, y desde aquí queremos dar las gracias a Montes Solidarios por hacer alcanzables los sueños de personas con diversidad funcional y poder seguir en contacto con la naturaleza. Para ello cuenta con personas formadas en el guiado en montaña de personas ciegas y con baja visión, así como en el manejo y pilotaje de la silla Joëlette, especial para desplazar a personas con movilidad reducida por cualquier terreno de montaña.
La inclusión no solo promueve la dignidad y el bienestar de las personas, sino que también enriquece la comunidad al fomentar la diversidad, la empatía y la comprensión.