La representación de la zarzuela «El Caserío», un gran acontecimiento en el CRPS de Beasain
El día en el Centro de Rehabilitación Psicosocial ya prometía. Además del encuentro con las familias, los veinte usuarios iban a cantar una adaptación reducida de este clásico del género chico. Los miembros del coro lucían impecables. Aitor hasta estrenaba su camisa blanca para encarnar al pelotari protagonista de la historia. Goreti, preocupada por si iba a salir bien en las fotos con su traje de casera.
Juan Ángel y Fernando, con la colaboración de sus compañeros, habían recreado el caserío ‘Sasibil’ sobre tablerillo. Ayudados por Beatriz, la enfermera del centro, colocaron el decorado entre todos en un momento. Para rematar el escenario donde se desarrolla la acción, Isidro había pedido prestadas dos sillas a la parroquia de Segura y las restauró para la ocasión.
Con ese cuidado por cada detalle, tranquilos y siguiendo la pauta marcada, los narradores, Arantxa y Ángel, leyeron fenomenal. Rosa se introdujo en su papel de Ana Mari, Josu no pudo hacer mejor de Xanti. Todo el elenco cantó y recitó de maravilla. Cada escena se desarrolló como estaba prevista, al ritmo marcado por Mikel, el acordeonista del grupo. Sin él hubiera sido impensable representar “El Caserío”, cuenta la monitora Intza Mayora, artífice de la idea y autora de la adaptación del libreto.
Actividad extraordinaria
Todos los años recibimos a nuestras familias en Navidad para mostrarles una parte del trabajo que realizamos durante el año. En su día preparamos un taller de títeres que se convirtió un festival, también hicimos una exposición con nuestras obras realizadas en el taller de las manualidades, nos atrevimos a organizar un coro al que llamamos “Ametsa” con el que interpretamos varias canciones navideñas…y este año hemos evolucionado y nos hemos atrevido con la adaptación de la zarzuela “El Caserío”.
El CRPS Aita Menni lleva en Beasain desde 2008, por allí han pasado 46 usuarios y desde entonces han sido varias las actividades ordinarias que el equipo terapéutico ha convertido en extraordinarias. De modo que, cuando Intza le comentó a su compañera Marije Izarraga la idea, fueron madurándola y creyeron que era posible materializar con éxito el proyecto.
Y así fue. Pero sin el tesón de todos y el empuje de Intza y de Marije no hubiera sido posible llevarlo a escena. “Ha estado muy bien”. “Esto tiene que hacerse más veces”, repetía el público entre aplausos. Sonrisas, caras de satisfacción y abrazos en los pasillos al recoger el fruto de los ensayos diarios durante siete meses.
Vicente Hueso, el director del CRPS,quiere reconocer también el trabajo de Agus, psicólogo que actualmente realiza su formación Máster en Psicología General Sanitaria de la EHU/UPV, así como la colaboración de Jesús Moraza (trabajador social), Beatriz Urdangarin (enfermera psiquiátrica) y German Baraibar (psiquiatra), ya que sin ellos esta actividad no habría sido posible. En presencia de los familiares, el responsable del dispositivo destacó que la zarzuela de este año ha sido el hilo conductor dentro de la terapia general, lo cual supone un elevado beneficio terapéutico para los usuarios que acuden a nuestro centro ya que “muy frecuentemente, debido a la enfermedad que padecen, los usuarios tienden a aislarse socialmente. Cantar y actuar en grupo les obliga a pensar y trabajar con y para los demás”, explicó.
Ahora en el CRPS toca devolver las sillas a la parroquia de Segura y pensar en la actividad que nos sorprenderá el próximo año.