Redescubriendo nuestra capacidad de crear

Yolanda Crespo es una de las seis personas que participan en el ‘Taller de creatividad gráfica’ del Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni en Bilbao. Sus trabajos dejan patente su carácter, su humor reivindicativo y su vena creativa.

Cuando el Taller de creatividad gráfica comenzó su andadura en el Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao, Amaia Goiriena, terapeuta ocupacional, le sugirió a Yolanda Crespo que se apuntara. Y Yolanda no se lo pensó dos veces. “Yo ya iba a hacer manualidades a un centro. Y si hubiera estudiado una carrera habría elegido Bellas Artes, porque yo creo que todo para mí es crear, sea haciendo punto, cosiendo… Yo siempre he querido ‘ir más allá'», afirma con rotundidad.

Yolanda Crespo da rienda suelta a su creatividad las tardes de los lunes. Y sus compañeros dicen “que se le da bien”. En el taller que coordina Josu Urriolabeitia todo comienza con la entrega de una carpeta que cada persona usuaria personaliza a su gusto. Pero para ella esto es mucho más que un taller: «Es una terapia de grupo total«.

Una mujer de causas

«Hacemos lo que nos manda Josu, él nos marca el tema, el otoño, por ejemplo, pero yo soy un poco rebelde. Hay tardes que traigo una idea y hago lo que se me ocurre», confiesa.  Con revistas viejas, fotografías, periódicos y cartón, a los que pueden añadirse otros materiales u objetos, las personas que acuden a estas sesiones van creando sus collages. «Llego a casa y lo miro todo, incluso lo que tiro a la basura, pensando si me servirá para mi próxima obra».  

Poesía y plástica. Papel, cartón y pequeños objetos o materiales que puedan adherirse al soporte. No hay reglas. Una puntilla y composición en redondo sirven a Yolanda para evocar cómo se produjo su lesión cerebral. «Porque cuando todo era oscuridad y frío, yo vi ese halo de luz», relata.

Define el trabajo que vemos encima con la leyenda «Sin lógica ninguna» como un autorretrato. Sus collages dejan traslucir su personalidad, «tierna, un poco tontona y un algo menos pesimista de lo que creía»,  subraya ella misma.«Y el cafecito que no falte», sonríe, aludiendo a los pequeños placeres de la vida cotidiana que tampoco faltan nunca en sus collages.

«Yo pensé que era más pesimista; en el taller me he dado cuenta de que cuando alguien está ‘de bajón’ tiende a utilizar colores y motivos oscuros. Yo sin embargo veo que siempre meto algo de color», cuenta. En sus composiciones plasma su compromiso feminista, su humor irónico y reivindicativo, incluso «un poco gamberro». Como podemos observar, suele haber palabras en sus diseños. La frase «No critiques, cámbialo» preside el que vemos arriba. Se refiere a que hay que hacer «lo que sea» para que las noticias de los periódicos sean otras.

«Soy reivindicativa y luchadora». A menudo Yolanda se posiciona contra estereotipos y normas. En ocasiones contra normas no escritas, como que las personas mayores no pueden acceder a algunas responsabilidades políticas o vestir o peinarse «como les dé la gana», tal y como figura en este trabajo en el que una señora mayor con el pelo rojo manifiesta que quiere ser presidenta del Gobierno.

Las reflexiones de nuestra artista combinan alegóricamente cosas grandes y pequeñas. En sus collages siempre encontramos diversión y crítica social. En el trabajo de la parte inferior Yolanda Crespo se pregunta ¿quién se ha comido a quién?, Bilbao al Guggenheim o viceversa; porque según ella desde la llegada del museo todo en la ciudad parece girar en torno a él, hasta el punto de que cuesta mucho encontrar referencias a museos de otro tipo, a las calles de la ciudad o la ría. 

El propio arte tampoco escapa a la perspicacia de la autora, que en otro de sus trabajos demanda la libre interpretación de la palabra arte, ya que «el arte es algo diferente para cada persona. Hay quien puede encontrar arte en la forma de elaborar un champan, en la manera de jugar al fútbol, en un edificio…».

«Crear es importante para las personas que estamos ‘estropeadas'», insiste Yolanda con su humor y talante positivo, «te ayuda a descubrir muchas cosas». A la vuelta del verano continuará realizando collages en el  nuevo curso del Taller de creatividad artística. Nos despedimos animándola a que se presente para concejala del Ayuntamiento de su querido Bilbao. «Uy, pero no sé en qué partido me iban a admitir», contesta riendo a carcajadas.