Como puede verse en las fotos, las máscaras de carnaval que adornan paredes, ventanas y murales del centro son de todo tipo y están hechas de modos diferentes. Los propios pacientes escogieron sus motivos y materiales: papel, algodón, plumas, serpentinas, etc. y participaron en un concurso en el que se eligió la máscara ganadora.
En cuanto a los disfraces, también fueron creativos y muy variados. Bolsas de basura, cartulina, guantes de látex y gorritos ayudaron a los pacientes a confeccionar los disfraces que les llevarían a encarnar a personajes egipcios (UME), pollitos y gallinas (ULE) y a los mismísimos Picapiedra, troncomóvil incluido (Psiquiatría Legal).
El martes 17, la típica comparsa de Caldereros recorrió el Hospital visitando todas las unidades. Ya por la tarde se celebró el concurso de disfraces y se procedió a la entrega de premios. Como todos los disfraces habían sido hechos a mano por pacientes y monitoras, cada Unidad se llevó su premio correspondiente: al más original, al más divertido, a la mejor coreografía… Terminaron con un baile y una merienda. ¡¡Tres horas de fiesta!!
Las monitoras, cómo no, también disfrazadas. Tienen mucho mérito, ellas han sido las impulsoras de la fiesta, ¡¡llevaban semanas preparando las coreografías y los disfraces con los pacientes!!
Participar del carnaval ha sido muy divertido y gratificante; pacientes y terapeutas lo han pasado fenomenal. Además, tomar parte en estas actividades, así como en otras celebraciones y festividades, tiene una finalidad terapéutica para las personas con enfermedad mental.