Pacientes que acuden al taller prelaboral visitan Cerraduras Aga
AGA es una industria de Arrasate-Mondragón que se dedica a la fabricación de cerrajería y con la que el Taller Industrial del Hospital lleva colaborando más de 50 años en distintos trabajos. Actualmente, desde nuestro Taller Industrial, en horario de mañana y tarde, 25 personas con enfermedad mental y discapacidad intelectual participan en la realización de tareas de montaje de bombines y revisión del proceso de apertura y cierre. Este tipo de cerraduras pequeñas se utilizan para taquillas o armarios de almacenaje y son las más vendidas en el mercado. La visita fue tan interesante y reveladora que les pedimos más trabajos, porque como dijo una de las personas que acudieron, «somos capaces de hacer mucho más”.
En los siguientes vídeos, se puede observar cómo las personas que acuden al Taller Industrial llevan a cabo el proceso de construcción de la cerradura, con sus diferentes tareas, y la etapa final de comprobación y calidad.
Nuestra visita
“Llegamos a las 14:45 horas, nos recibieron dos trabajadores de la empresa y comenzaron a enseñarnos las 3 plantas de la fábrica. Nos mostraron cómo fabrican las distintas cerraduras, desde el proceso de inicio hasta que llegan al almacenaje”, recuerda la monitora del taller, Marian Frago. “Lo que más les llamo la atención fue el sistema de almacenaje, 14 metros de almacén vertical mediante control informático donde tienen todas las cerraduras que se construyen en la empresa”, añade Marian. También nos cuenta que con esta salida se quería dar a conocer a los pacientes todo el proceso del trabajo de fabricación de las cerraduras, hasta su salida a la venta, para que puedan apreciar la parte que ellos realizan todos los días en el Taller del Hospital.
“Hemos visto nuestra cerradura, desde que realizan el lacado del bombín, las chapas que nosotros metemos hasta su almacenaje”, comenta ilusionado un participante del taller industrial del Hospital. Si les preguntamos qué les llamó más la atención, estas fueron sus respuestas:
– Lo limpia y ordenada que estaba toda la fábrica.
– Que la maquinaría es muy moderna y todo está informatizado.
– La cerradura larga para explosivos.
– Que nuestra llave no tiene ningún error en la construcción y es la que más se vende.
– La buena atención.
Con esta visita, se pretende normalizar el día a día de las personas con enfermedad mental, desplazarlas de su arraigado rol de personas enfermas hacia un rol normalizado. Permanecer en el papel de enferma convierte a la persona en un ser sin tiempo, estático, sin acontecimientos; es por lo tanto incapacitante, marginador, que se mira y retroalimenta a sí mismo. Adoptar una función normalizada permite a la persona entrar en el tiempo ‘real’ y en él (re)-conocerse, (re)-hacerse, (re)-habilitarse. El rol normalizado es dinámico, integrador, interactúa con los demás y con el entorno. Tomar parte en este tipo de talleres contribuye a la integración e inserción sociolaboral de quienes participan, ya que el trabajo –en torno al cual se despliega en gran parte la vida de las personas- se muestra como la herramienta más eficaz en el camino hacia la normalización.