Nuevos cursos de Educación para la Salud para personas mayores
Aita Menni ha comenzado a impartir cursos de Educación para la Salud a las personas usuarias de sus centros para personas mayores de Arrasate, Bergara, Eskoriatza y Deusto, de la mano de las enfermeras Inma González y Esti de Miguel.
La educación para la salud es un instrumento de la promoción de la salud que permite tanto a las personas ancianas o no ancianas aumentar el control sobre su salud para posteriormente mejorarla mediante la modificación de hábitos insalubres, utilizando para ello el aprendizaje.
Finalidad:
Influir positivamente en el bienestar físico y psíquico de la persona.
Objetivos:
- Aceptación de la salud como un valor fundamental.
- Promoción e eliminación de aquellos aspectos que influyen negativamente en la salud.
- Modificación de pautas de comportamiento cuando éstas no son saludables.
- El desarrollo de hábitos adecuados para conseguir comportamientos de vida saludables.
El primero de los cursos que se ha comenzado a impartir es el de «Cuidados en las personas mayores durante el verano».
Durante el verano se debe aprovechar el sol con total seguridad. Tomar el sol es beneficioso para la salud por influir en la fabricación de la vitamina D que es de vital importancia para la absorción del calcio que a su vez interviene en el mantenimiento de los huesos.
Muy importante es protegerles de las radiaciones solares utilizando gorros o sombreros para la cabeza, y gafas de sol para los ojos que les protejan de las radiaciones ultravioletas. Igualmente es importante la aplicación de cremas de protección solar con un elevado factor de protección solar para protegerles de las quemaduras solares.
Un buen ejercicio para los ancianos durante el verano es pasear evitando las horas centrales del día de más calor. Es aconsejable utilizar ropa de vestir adecuada con colores claros que sea ligera y de fibras naturales como son el algodón o el lino.
No debemos olvidarnos tampoco del mantenimiento de una buena alimentación e hidratación. La alimentación tiene que ser variada ligera y fresca, con el consumo de alimentos vegetales naturales, crudos a ser posible, como son las frutas y las verduras, que deben tomar de forma adecuada y regular.
De vital importancia cuando hace calor es el consumo adecuado de agua, ya que la deshidratación es uno de los problemas que suelen aparecer en los ancianos durante el verano. En los ancianos la sensación de tener sed suele aparecer de forma tardía.
Por ello es aconsejable el consumo de líquidos entre uno y medio y dos litros diarios incluyendo agua, bebidas no azucaradas, zumos naturales e infusiones.
No se debe esperar a que los ancianos soliciten la toma de líquidos y éstos se les ofrecen de manera regular. Si los ancianos son reacios a la toma de líquidos bebidos se pueden utilizar bebidas solidificadas en forma de gelatinas.
No debemos olvidar que el agua interviene en la termorregulación corporal, debiendo vigilar los signos y síntomas de alarma en relación con el calor, como pueden ser el aumento de la temperatura corporal (alrededor de 40º C), la somnolencia, la confusión, las diarreas o vómitos, la piel seca y caliente, la dificultad respiratoria, la fatigabilidad o la torpeza motora, signos y síntomas que nos indiquen un posible golpe de calor por aumento de la temperatura corporal y pérdida de abundantes líquidos.