Neurorrehabilitación y daño cerebral

Nos visita Bea, un ejemplo de desarrollo de capacidades tras el DCA

Nos visita Bea, un ejemplo de desarrollo de capacidades tras el DCA

Qué alegría ver que, finalizado el programa de rehabilitación intensiva, continúa su aprendizaje en todos los ámbitos

La familia de Bea aprovechó su viaje a Bilbao, con motivo de una revisión oftalmológica de la pequeña, para visitar al equipo de rehabilitación infantil que trabajó con la niña hace cuatro años. Fue una grata sorpresa para todos, en especial para Irma García y Ángela Fdez. de Corres, la fisio y la logopeda que tantas sesiones trabajaron con ella.

A Bea, que ahora tiene siete, la atropelló un coche cuando tenía dos. Como consecuencia del accidente estuvo un mes en coma, perdió la vista y la movilidad; se le diagnosticó “tetraparesia espástica de predominio derecho”.

Un intenso programa de rehabilitación de año y medio, con semanas de seis a diez horas de trabajo en el Centro de Neurorrehabilitación (CENER) Aita Menni de la capital vizcaína, ayudó a Bea a recuperar en parte la vista, cierto control de tronco y cefálico, y a que pronunciara algunas palabras. Esa niña que ni siquiera podía mantenerse sentada empezó a usar las manos, a gatear, a comer sola, a manejar un triciclo adaptado.

Una gran luchadora

Sin duda Bea continúa teniendo dificultades pero es una gran luchadora. Hoy es capaz de caminar unos pasos sin ayuda y no para de hablar. “Pronuncia todos los fonemas”, advierte Ángela Fdez. de Corres. El doctor Juan Marín también se alegró de ver a Bea tan mejorada.

La pequeña va al colegio Gorbeialde, un centro especializado en discapacidad. El próximo curso acudirá a la ikastola Barrutia de Vitoria. Esta escuela pública dispone de un aula estable para niños con necesidades especiales, que comparten el patio y el resto de los espacios comunes con los demás alumnos. De este modo se potencia la convivencia entre personas con distintas capacidades.

Bea requiere mucha atención, sabe cómo reclamarla y a quién. Pero con ayuda de los servicios de ASPACE Álava y un fin de semana de respiro cada mes y medio gracias a la asociación APDEMA, poco a poco la familia de Bea va recuperando su vida anterior al accidente. Su papá ha reanudado su actividad laboral y se dedica a la limpieza de coches sin agua, de manera ecológica, nos cuenta ilusionado. Desde el CENER deseamos a la familia todo lo mejor.