Las personas usuarias del centro Azoka «ponen su granito de arena» para mejorar la relación de igualdad entre mujeres y hombres
MEDIANTE DIVERSAS ACTIVIDADES, ENTRE LAS QUE DESTACA LA EXPOSICIÓN: “UN HOMENAJE A ELLAS, TODAS LAS QUE FUERON, SON Y SERÁN”, LAS PERSONAS QUE ACUDEN AL CENTRO DE DÍA HAN REFLEXIONADO SOBRE LA IMPORTANCIA DE SEGUIR AVANZANDO HACIA UNAS RELACIONES IGUALITARIAS ENTRE MUJERES Y HOMBRES
En el Centro de Día de Daño Cerebral Azoka de Arrasate-Mondragón se realizan a diario diferentes actividades destinadas al mantenimiento y estimulación de aspectos motores y cognitivos, al incremento de autonomía en la vida cotidiana, al fomento del ocio, etc. Algunas de estas actividades se dirigen también a potenciar la integración y conexión de los usuarios con las esferas social y cultural. En este contexto, el equipo de terapeutas ha querido acercar al Centro Azoka un debate social muy presente en la actualidad: las relaciones de igualdad entre mujeres y hombres. Y, en torno a este tema central, se están desarrollando durante este año 2015 diversas actividades.
El 8 de marzo, día de la mujer, nos recordaba que todavía existen en nuestra sociedad muchas formas de desigualdad: las muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, la diferencia de oportunidades de acceso al trabajo y a órganos de decisión o el sobrecargo de los cuidados nos indican que todavía vivimos en una sociedad desigual.
Fue alrededor de esa fecha cuando la coordinadora del Servicio de Daño Cerebral, Olatz Uriarte, sugirió dedicar un año entero de actividades en favor de la igualdad. Comenzó la lluvia de ideas y enseguida tomaron las riendas del proyecto las chicas del equipo: Xandra Lancho y Elena García. A su implicación se sumaron el entusiasmo de sus compañeros Fran Pinilla e Ibane Barrena, e incluso del conductor del trasporte diario de los usuarios, Luis Ernesto Vaca, que durante el acto cotidiano de acercar a Jesús (uno de los pacientes) al centro iba dando pequeñas conferencias informativas sobre mujeres como Rigoberta Menchú.
Con la elaboración de esta preciosa bandeja de madera, los usuarios conmemoraron el 8 de marzo. Imágenes de mujeres pioneras en su faceta, a menudo múltiple, de trabajadoras, cuidadoras y luchadoras decoraron el fondo.
En los meses siguientes, los hombres y mujeres de Azoka han repasado la historia, han analizado las causas de la desigualdad y han visto cómo la «estamos pagando»: la cultura machista se esconde detrás de la mitad de los asesinatos a las mujeres, detrás de muchos problemas psicológicos y de pareja; las mujeres siguen teniendo más dificultades para acceder a los puestos de representación y de responsabilidad en el trabajo…
Un aprendizaje
En Azoka llevan unos meses debatiendo sobre estos temas, llamando a las cosas por su nombre. También han abordado las acciones que debemos emprender para transformar las actitudes desiguales que vivimos cada día. Porque Ana, Mikel, Serafín, Miren, Carlos, Juan, Benito, Rufi, Mari Tere, Modesta, Markel, Carmen, Jesús, Rui y Joseba quieren “poner su granito de arena” para terminar con esta injusticia.
El plato fuerte de su aportación es la exposición que puede contemplarse en las paredes del centro: UN HOMENAJE A ELLAS, TODAS LAS QUE FUERON SON Y SERÁN. “Mujer y lucha”, “Mujer y familia”, “Mujer y trabajo”, “Mujer y deporte”, y “Mujer, superación y libertad” son los cinco apartados que muestran “de dónde venimos”, tal y como explica Elena García.
Mujeres referentes
También se habló de la importancia de que las nuevas generaciones tengan referentes femeninos. Por ello, durante este tiempo en Azoka se ha recordado la vida de mujeres tan relevantes como Hipatia de Alejandría, Florence Nightingale –considerada la madre de la enfermería moderna- , Marie Curie, Teresa de Calcuta, Clara Campoamor, Indira Gandhi, Simone de Beauvoir, Dolores Ibarruri y Cocó Chanel, entre otras. A las imágenes expuestas se añaden pequeños textos que desarrollan un poco de sus vidas y su labor. A estas fotografías también se añaden rostros de mujeres anónimas de todos los tiempos, etnias y culturas. En el panel hay un hueco para la religiosa congoleña de la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal Mutwameme, que falleció infectada por ébola en 2014 en Liberia. Su vida fue un ejemplo de entrega a los demás. Recordamos su carisma, su fuerza y sabiduría tras su visita al Hospital Aita Menni de Arrasate en noviembre de 2013.
Tiempo para el análisis
Desde un punto de vista crítico, se ha debatido sobre el sentimiento de posesión y la idea del amor romántico. Se ha hablado, por ejemplo, de la sumisión, de la subordinación. “Obedecer es amar”, resume Mari Tere, una de las usuarias del centro. En los debates se ha profundizado en esta idea, que a menudo prevalece en la familia y muchas veces puede llegar a impedir a las mujeres crecer y afrontar su propia vida.
Con las gafas de género se han visto y comentado películas tan variadas como “Criadas y señoras”, “Te doy mis ojos”, “Pretty woman” o «Persépolis«. También se han analizado muchas canciones. “¡Y qué difícil es encontrar letras que dejen traslucir buenas relaciones de igualdad!”, se lamenta Elena García.
Otro de los ejercicios propuesto por el equipo del centro fue el de ponerse en la piel de una mujer que recibe piropos en la calle, para poner de relieve el acoso, la agresividad verbal y de las miradas que se dirigen a las mujeres.
Cambiar las cosas
Cada frase se ha discutido, cada idea se ha debatido. El tema ha dado “mucho juego” en el centro. La comunicación denota si existen relaciones de igualdad. Conscientes de que tenemos que revisar nuestras actitudes sexistas, con mucho humor pero sin restarle un ápice de importancia los usuarios de Azoka han profundizado en el papel de las mujeres en el orden social, en la política, en la religión, en la cultura y la educación, en el deporte, en la economía. Todos creen que “hay que cambiar las cosas”, si bien la mayoría ya estaban muy concienciados, habían trabajado en casa y en sus empleos sobre ello. Como Benito, que desde su posición de enlace sindical siempre ha reivindicado la igualdad de derechos salariales.
En todo este aprendizaje, el equipo de Azoka se ha visto apoyado por una mujer que está aportando “un gran puñado de arena” en este terreno y a quien quieren dedicarle un especial agradecimiento por su generosidad para con el centro. Se trata de Pepa Bojó, psicóloga especializada en igualdad que imparte formación y ayuda psicológica a muchas mujeres que sufren y han sufrido violencia de género. También han participado y acompañado en este proceso con mucho interés Maider, Sara, Aurelia, Lorea y Yolanda, que han estado en Azoka este año de prácticas o cubriendo vacaciones. Además ha habido mucha gente apuntando ideas y colaborando en la misma dirección. Cortando, pegando, entre risas y de una manera sencilla «se han cumplido con creces los objetivos y se ha extendido la semilla de la igualdad», asegura Elena García en nombre de todo el equipo. Ya solo queda pendiente una charla que impartirán próximamente profesionales de Emakume Txokoa.
Y es que ganando en igualdad, todos nos enriquecemos y ganamos en bienestar y respeto mutuo.