Los jueves, piscina
Previo permiso de los terapeutas, los pacientes que lo desean pueden participar en las salidas semanales a la piscina de Mondragón.
Para algunos pacientes del Hospital Aita Menni ‘jueves’ es sinónimo de ir a la piscina. Son personas de distintas unidades (Larga Estancia, URDP, UDITRAC…) que voluntariamente han solicitado participar en esta actividad. Para acudir es necesario tener el permiso del equipo de tratamiento, puesto que hay que salir fuera del recinto hospitalario y desplazarse hasta el polideportivo municipal de Arrasate.
No se trata de una actividad novedosa en el HAM, estas salidas semanales a la piscina se organizan desde hace más de 15 años. Los pacientes, acompañados de monitoras y a veces de algún auxiliar, disfrutan mucho del ejercicio en el agua. A las 11:00 de la mañana salen en autobús desde el centro a la piscina. Los componentes del grupo varían; los terapeutas intentan que acudan los pacientes con problemas de sobrepeso, para realizar ejercicio físico, estiramientos, etc., ya que bajar de peso es uno de los objetivos que se han marcado para 2015.
Tres acompañantes del grupo, las monitoras Lucia (ULE), Ainhoa y Maialen (UDITRAC)
La actividad forma parte del Servicio de Rehabilitación, que tiene reservada la entrada para los jueves, salvo en los meses de verano, porque el Ayuntamiento cierra la piscina cubierta al abrir las piscinas externas. Para ir a la piscina no es preciso saber nadar, no se trata de una actividad estructurada sino de ocio y cada paciente va a su ritmo. Las personas que no saben nadar hacen ejercicios en la piscina mediana o en la pequeña, siempre dirigidos por el personal. Los buenos nadadores tienen la opción de hacer sus largos por la piscina grande. En cualquier caso, una vez en el agua, un socorrista presta especial atención al grupo de pacientes.
Los jueves suelen ir a la piscina pero la participación de los pacientes de todo el hospital en distintas actividades es muy elevada. También participaron en el II Torneo de Baloncesto organizado por la Fundación Why not en Donostia, donde quedaron los terceros.
