Iosu Lasa: «Siento que soy capaz de hacer cosas»
El dibujo es la forma en la que Iosu Lasa expresa sin censuras, sin corregirse, su mundo interior. Un imaginario poblado de figuras polimorfas, un bestiario que a simple vista parece naif y que observado en detalle nos sorprende con sus múltiples elementos. Cuando alguien le pregunta a Iosu qué siente al dibujar, o qué significa el dibujo para él, las respuestas suelen ser: “siento que me llena”, “me hace sentir bien porque me gusta el resultado”, “es algo que domino”, “exteriorizo lo que se me pasa por la cabeza”, “me siento tranquilo cuando dibujo”. Hasta el día 19 podremos ver 35 de sus obras en el bar 3Taberna de Tolosa (C/Oria, 12).
Para Iosu, en estos momentos, exponer una vez al año es un objetivo. Ve cómo su trabajo es valorado por la comunidad, que además de acudir a sus exposiciones, también compra sus cuadros.
Motivado por la aceptación que tiene su obra, desde hace dos años Iosu también acude a clases de pintura y dibujo en una academia de Beasain, donde prueba diferentes técnicas junto a otras personas, participando en la comunidad. La integración, a nivel personal como social, es un logro de su actividad artística. «No podríamos entender a Iosu Lasa sin su actividad y la forma en que el arte estructura su día a día, su relación con los demás, el puente entre su mundo interno y el mundo externo, las metas que se impone y el sentimiento de realización que obtiene gracias a ello. Expresión artística que, en definitiva, favorece su desarrollo personal a nivel emocional, cognitivo y social», afirma Agus Tena, psicólogo del Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) Aita Menni de Beasain al que acude Iosu cada día.
Esta actividad juega un papel central en su rehabilitación, así lo creen su equipo de terapeutas, sus hermanas y así lo corrobora el propio artista de Legazpia.
Equipo terapéutico y personas usuarias del CRPS de Beasain
Numerosos estudios científicos subrayan los beneficios terapéuticos que el arte en general produce en los procesos psicológicos. De entre ellos destaca los llevados a cabo por Schmid (2005), en los que concluye que las actividades artísticas promueven la autoexpresión, la autoestima y el desbloqueo de emociones aliviando así el estrés y reduciendo la ansiedad.
Las actividades creativas promueven la inserción social y el crecimiento personal. Según Svensk et al. (2009), también se ha evidenciado que el arte contribuye al establecimiento de nuevas metas y al sentido de autoeficacia. El modelo de recuperación aplicado al área de la salud mental contempla la participación activa de las personas en su propio proceso vital, estableciendo metas personales a alcanzar en la vida aunque para ello sea necesaria la presencia de apoyos externos que les ayuden durante el proceso. La atención centrada en la persona resulta clave durante el proceso rehabilitador. En esta ocasión, es Iosu quien participa de forma activa en todas las fases del proceso: creación de su obra, gestión de compra de material necesario, localización de posibles locales para exposiciones, gestión de recaudación, gestión de donación a ONG específica, etc. De esta forma, ahonda en su autoconocimiento personal (potencialidades y limitaciones) y, con el apoyo del equipo del centro, desarrolla su pasión por el dibujo en un espacio social completamente inclusivo. En este sentido, escuchamos a nuestro artista decir: “Cuando comparto lo que hago siento alegría”, “me hace feliz poder plasmar lo que tengo en la imaginación”, “disfruto haciendo trazos y sin saber a dónde me llevarán”, o “tengo la sensación de que soy capaz de hacer cosas y de que les gusten a los demás”.
Iosu con su hermana Arantxa.
Marivi y Arantxa Lasa, hermanas de Iosu, hace años que se dieron cuenta de que sus dibujos eran apreciados por la gente y organizaron algunas exposiciones, que tuvieron bastante aceptación, pero creen que fue hace unos siete años, cuando Agus Tena vio sus dibujos y empezó a promocionarlos en exposiciones anuales, todas con gran éxito, cuando tomaron más conciencia del valor que tiene su obra.
En cualquier caso, en casa siempre se ha apreciado su obra. La propia familia le animó a matricularse en la Escuela de Dibujo de Deba y, aunque por causas de la enfermedad, no pudo continuar, sí tuvo la oportunidad de exponer en la Kutxa en Donosti, en una exposición conjunta. «Sentimos una gran alegría al ver que Iosu se siente muy contento y animado cuando ve que se venden sus cuadros y que su obra es muy apreciada por la gente. Además, nos hemos dado cuenta que cuando dibuja está totalmente concentrado y así ahuyenta sus miedos, se siente después más realizado. También vemos lo importante que es para él que ver que algo que realiza en la intimidad puede ser visto por todo tipo de público».
EN PALABRAS DEL ARTISTA
– ¿Cuándo y por qué empezaste a dibujar?
Desde pequeño me he sentido atraído hacia las formas artísticas. Soñaba con ser escritor, o pintor, siempre me han apasionado las vidas de los artistas, por mis propias inquietudes, supongo. Solía hacer teatro en el colegio y también recitaba poemas. Gané dos años seguidos el concurso de recitación de poemas, y el tercero no participé por estar enfermo. Empecé a dibujar un poco más tarde, en la adolescencia, y aprendí por mí mismo. Más adelante estudié en la Escuela de Artes y Oficios de Deba y tuve una formación más formal. Y después en Bilbao acudí a una academia de dibujo y pintura.
– Desde entonces, ¿el dibujo te ha acompañado siempre o ha habido intervalos de tu vida en los que no has podido o querido dedicarle parte de tu tiempo?
Desde que tengo memoria dibujo sin parar.
– ¿Qué significa dibujar para ti?
Significa expandirme, hacer algo constructivo, y sentirme satisfecho con el resultado.
– ¿Crees que hacerlo tiene un efecto terapéutico? ¿Por qué?
Sí, claro. En cierta manera estoy dando algo de mí, de mi forma de ser, de mi mundo, reflejo lo que hay en mi interior y lo comparto con los demás.
– Tu obra se caracteriza por dibujos de seres fantásticos, ¿en qué te inspiras?
Yo les llamaría más bien imaginativos. No tengo una inspiración clara, cuando me pongo delante del papel me dejo llevar, y sale una cosa, y luego otra, y así voy tejiendo la composición.
– No sueles utilizar el color, ¿por qué?
Me gusta el trazo limpio, me parece más explícito, más expresivo en su sencillez.
– ¿Cuáles son tus artistas referentes?
Siempre suelo citar a Picasso. También me gusta Van Gogh. Pero no diría que son mis referentes, son artistas a los que admiro. Mis dibujos no reflejan sus influencias. Son artistas mayores, están a otro nivel. Mis dibujos son una forma de expresarme.
Compañeras del CRPS viendo exposición
– Esta es tu sexta exposición. Te has propuesto exponer una vez al año y no solo lo estás consiguiendo sino que además tus cuadros se venden y contribuyen al proyecto We are like you, ¿qué supone esto en tu vida?
Me parece que al tener el problema de salud mental que tengo, ayudar a otras personas que están en mi misma situación es reconfortante. Contribuir de esta manera también a la concienciación sobre la enfermedad mental a la sociedad en general me llena. Creo que aún hay mucho estigma en torno a las enfermedades mentales y dar visibilidad es positivo.
– Sigues teniendo inquietud por crecer artísticamente, ya que continúas yendo a clases de dibujo y pintura para aprender e intercambiar conocimiento, ¿qué te aportan?
Es otra manera de ver y sentir el arte. Lo que estudio en la academia es muy diferente a lo que yo hago.
– ¿Se nos queda algo en el tintero?
Me gustaría dar las gracias a las personas que me ayudan con este proyecto, a los trabajadores del CRPS de Beasain, a mi familia, a mi pareja, a mis compañeros y compañeras del centro, y también a Patxi Egilaz, del 3Taberna de Tolosa, que expone por segundo año mis obras.