Intervención en demencias incipientes desde el Área de Neuropsicología
Desde el Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao tratamos de dar respuesta individualizada a cada persona y unidad familiar, posibilitando tanto una estimulación cognitiva como el asesoramiento en pautas de actuación y organización de los cuidados
La demencia es un síndrome clínico caracterizado por un deterioro adquirido que afecta a más de un dominio cognitivo, que representa un declinar respecto a un nivel previo y que es lo bastante grave como para afectar al funcionamiento personal y social. Dado el incremento de la esperanza de vida y el progresivo envejecimiento de la población en los países occidentales, la demencia representa un enorme reto para los sistemas de salud de nuestra sociedad.
Tal y como describe la neuropsicóloga Noemí Álvarez Domínguez, el impacto de la demencia se produce directamente sobre el paciente, pero también tiene una gran repercusión sobre el entorno social, al que afecta en aspectos tan relevantes como el plano afectivo y emocional, la organización, el cambio de roles, así como en los aspectos económicos. «Nuestra experiencia en el Centro de Neurorrehabilitación (CENER) Aita Menni de Bilbao (también en mi caso experiencia propia) pone de manifiesto un vacío (a veces inevitable desde la aceptación de enfermedad de un ser querido) que no siempre está cubierto desde los servicios primarios sanitarios. Asesorar, sentirse acompañado, saber si lo que estás haciendo está bien, tener claves o pistas de qué observar, es importante en este proceso», asegura.
Nuestra neuropsicóloga explica que cada vez son más las familias que se acercan al CENER pidiendo ayuda, fundamentalmente en etapas iniciales de la aparición de síntomas (problemas de memoria fundamentalmente) o con el diagnóstico reciente de la demencia de su ser querido.
El procedimiento que seguimos en Aita Menni es el siguiente:
En un primer contacto telefónico desde el Área de Neuropsicología se recoge la situación del familiar y se realiza un asesoramiento. No siempre se considera necesaria la intervención por nuestra parte; en ocasiones los servicios sociales y/o las asociaciones pueden dar respuesta a la necesidad del caso.
Si se considera conveniente nuestra intervención, se propone una consulta inicial con el familiar (se valora la presencia o no de la persona afectada), en la que se recoge la información sobre su capacidad cognitiva, la existencia o no de dificultades de conducta y su estado de ánimo, y el nivel de autonomía y la rutina en su quehacer diario. En muchas ocasiones es recomendable una valoración o screnning de la capacidad cognitiva del paciente (orientación, atención, memoria, lenguaje, razonamiento, cálculo, etc.). Esto conlleva 1 o 2 sesiones de trabajo con la propia persona.
Tras la valoración y recogida de información, y en función de las necesidades detectadas, se realiza una propuesta de trabajo. Desde nuestro centro son varias las acciones y recursos que podemos ofrecer, priorizando unos u otros en función del caso y momento de la evolución. Los servicios que ofrecemos son:
o Asesoramiento a la familia sobre el manejo de las dificultades, trabajo psicoeducativo sobre la enfermedad, organización de los cuidados, búsqueda de recursos.
o Seguimiento de baja frecuencia de la evolución de la enfermedad (puede implicar reevaluación de funcionamiento cognitivo, revisión de la organización de cuidados, pautas de actuación en situaciones concretas, etc.). En definitiva, acompañamiento tanto para el paciente como la familia.
o Estimulación cognitiva individual con el o la paciente. Se realiza tanto a través de sesiones individuales, como con la implementación de tareas para casa y supervisión de las mismas (disponemos de la plataforma NeuronUp a domicilio). Se posibilita que alguien de la familia y la persona cuidadora esté presente en la sesiones para asesorarle sobre cómo llevar a cabo la estimulación cognitiva de la manera más eficaz y agradable para la persona afectada.
o Participación en la actividad de centro de día. En concreto disponemos de grupos de trabajo de 3 horas de duración (por la mañana de 10 a 13 y por la tarde de 15.30 a 18.30). En grupos muy reducidos se realiza tanto trabajo de estimulación cognitiva como actividad física.
o Consulta de Neurología.
«En definitiva, tratamos de dar respuesta individualizada a cada persona y unidad familiar, posibilitando tanto una estimulación cognitiva como asesoramiento y respuesta en pautas de actuación y organización de los cuidados. El seguimiento de la evolución de la enfermedad y la valoración de la idoneidad de los cuidados es importante en este proceso que cursa hacia el deterioro progresivo. La labor de acompañamiento al paciente y la familia es central en nuestra intervención«, resume Noemí Álvarez.