Convencido de que la música aporta beneficios a las personas, Juan Carlos Irizar contactó con Iñaki Madariaga, psiquiatra y director médico del hospital a mediados de los 90, y le planteó la posibilidad de formar un coro de pacientes. Desde entonces, salvo algunos años ausente por distintas circunstancias, este músico y compositor organiza actividades musicales que sirven a los pacientes como complemento al tratamiento que reciben en el centro.
Ayudar con la música a los enfermos, a los más vulnerables, a las personas mayores; hacer que se sientan a gusto, es lo que Juan Carlos Irizar desde siempre ha tenido en mente. No conocía ninguna experiencia similar pero su intuición le decía que el canto es terapéutico y resulta beneficioso psíquica y físicamente. Hoy, si se ve al coro actuar es fácil comprender que son ciertos esos beneficios terapéuticos tan difíciles de medir y de explicar.
Disfrutar cantando
Guiado por esa intuición y atento a cada detalle, el músico trabaja una vez por semana con el pequeño grupo de usuarios que compone el coro. A través del canto, el ritmo y la música, presta atención individual a cada persona y sus necesidades. Juan Carlos ve como mejora su autoestima aunque insiste en decir que recibe más de lo que da. Que el trabajo con los pacientes le llega muy adentro y está detrás de muchas de sus composiciones. “Me siento enriquecido, feliz y renovado después de cada sesión. El día que me vaya me iré llorando”, exclama.
‘Yo vendo unos ojos negros’, ‘México lindo y querido’, ‘Ikusi mendizaleak’… Ayudados por el director, son los propios pacientes quienes escogen el repertorio. “Disfrutan cantando; hay una reciprocidad, se sienten importantes y protagonistas. Cada vez son más los que quieren ser solistas”, dice orgulloso Juan Carlos mientras remarca que en los conciertos sólo se interpreta un tema si sale bien.
La elección de Juan Carlos Irizar por parte de las Hermanas Hospitalarias como director responde a su calidad artística y a su sensibilidad hacia las personas con enfermedad mental. Esta inquietud le ha llevado a trabajar también con otro grupo de pacientes en el vecino hospital de los Hermanos de San Juan de Dios. Su admiración por la figura del fundador de ambas congregaciones le ha inspirado el himno a San Benito Menni, que se estrenará en el Acuarium de San Sebastián el 12 de septiembre.
Los requisitos principales para participar son el interés y la motivación
Un gran músico
El director del coro de pacientes del Hospital Aita Menni ha conseguido hacer cantar también a algunas de las religiosas de las Hermanas Hospitalarias. Es un profesional con una prestigiosa y extensa trayectoria musical. Actualmente dirige la banda de música de Galdakao (Bizkaia) y ha dirigido diversas orquestas, bandas de música y coros. Entre su producción artística se encuentran numerosas composiciones musicales así como más de treinta discos originales para piano y orquesta, y una docena de libros de partituras de música para piano con acompañamiento, guitarra y voz.
Propiciar el bienestar
La actividad de coro que se lleva a cabo en el hospital propicia el bienestar de las personas que asisten. Se caracteriza por tener una estructura, intencionalidad, organización y regularidad en la que se emplea la música como elemento fundamental de trabajo. Los beneficios que obtienen los pacientes con la asistencia regular son:
· fomento de las relaciones interpersonales entre los participantes y con el director
· fomento del trabajo en equipo
· sentimiento de pertenencia a un grupo
· mejora de la escucha, atención, concentración
· adaptación a nuevos y diferentes ritmos, así como también a nuevas y diferentes situaciones
· mejora del autoestima
· desarrollo de la creatividad
Uno de los aspectos más importantes en la puesta en marcha y la continuidad de la actividad de coro es que los pacientes se sientan motivados y que disfruten de la actividad. Estos aspectos son de gran importancia, así como el rol que adopta el profesor-director para poder convertir dicho interés y motivación en satisfacción. Ambos aspectos pueden acentuar sensaciones y vivencias que difícilmente se pueden dar en otras actividades.