En este caso han elaborado unas estupendas galletas caseras. Tres componentes del grupo se han encargado de juntar la harina, el azúcar y la levadura. Luego han metido la mantequilla en el microondas para que se ablande y después mezclarlo todo en un bol.
Ya con todos los ingredientes y una vez obtenida una masa homogénea, espolvorearon harina sobre la encimera para amasar la masa igual que si fuera de pan. Esta masa tenía que reposar una hora en la nevera así que mientras tanto todos tomaron café. Siempre son los propios pacientes quienes lo preparan y lo sirven.
Como unos verdaderos profesionales de la repostería, antes de sacar las formas con los moldes, alisaron la masa con el rodillo. Una vez puestas las galletas en la bandeja, decoraron cada una de ellas con distintos elementos y las hornearon durante 15 minutos.
Pero no sólo se dedican a hacer dulces. La semana anterior cocinaron un suculento pastel de puerros, elaborado con nata, hojaldre, puerros, queso, jamón y huevo. Además son capaces de preparar platos para un paciente que no come ni leche ni otras muchas cosas. Al menos una vez al mes trabajan una receta que él pueda comer. Así no sólo aprenden sobre gastronomía, también toman conciencia sobre la diversidad dietética y los problemas que tienen que afrontar las personas que sufren alergias alimentarias.