‘Día de familias’ en los CRPS
Nuevamente, al finalizar el año, en Aita Menni reunimos a las familias de las personas usuarias de nuestros CRPS para compartir con ellas un pequeño balance del ejercicio, un resumen de las actividades que hemos llevado a cabo. También aprovechamos para recordar las distintas formas en las que abordamos nuestro trabajo y para compartir impresiones.
Vicente Hueso recordó en el CRPS de Beasaín la tarea de cada una de las integrantes del equipo que coordina, en este caso compuesto por las psicólogas Deiene Gallastegi e Idoia Iturbe; la trabajadora social Lorea Montoya, y las monitoras Intza Maiora, Marije Izarraga y Fátima Luceño. A continuación detalló cómo se articula el funcionamiento de estos centros en coordinación con Osakidetza y la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Proyecto vital
«El objetivo general es que cada persona consiga hacer una vida lo más normal posible; ser capaz de autocuidarse, de llevar unos horarios, de mantener una relación con la familia y una red social. E incluso una actividad laboral», explicó el psicólogo responsable de estos dispositivos. ¿Cómo?: en coordinación con el Centro de Salud Mental y en colaboración con las familias. ¿Dónde?: en el centro, en el entorno y en el domicilio. ¿Qué necesitan las familias?: apoyo y orientación. «A más apoyo, más calidad de vida», subrayaba.«Se trata de participar en el programa de cada persona usuaria para ayudarle a conseguir su proyecto vital». En este punto animó a las familias a participar en el proceso aportando sus sugerencias.
La visualización de un vídeo ayudó a poner de relieve las actividades impulsadas este año por los CRPS. «Lo bueno es que muchas veces se encuentran vacíos o hay 3 o 4 personas. Eso significa que el resto están en el polideportivo, haciendo la compra en el supermercado, viendo una exposición… En definitiva, realizando actividades fuera que les ayudan a integrarse y a formar parte de la comunidad».
Gran familia
Ocio, deporte, lectura, cocina… «La sensación tras ver el vídeo es que pasamos mucho tiempo juntos, como una gran familia. Con nuestros buenos y nuestros malos rollos», apuntaba Vicente Hueso destacando el carácter afectivo y familiar de estos recursos gestionados por Aita Menni. «Es verdad, estamos más aquí que en casa», corroboraba uno de los usuarios. Las personas del centro conviven de lunes a viernes de 9 a 5 de la tarde. La relación personal es muy estrecha; cuando alguien se traslada o se va de alta se mantiene en lo posible el contacto porque se le echa de menos.
Iñaki Leizeaga, trabajador social del Centro de Salud Mental Zumárraga-Urretxu, quiso compartir con nosotros esta mañana de diciembre. Para él los CRPS son un «muy buen recurso», sobre todo para personas con problemas mentales mayores de 40 años. Tal vez el «último cartucho» al que hay que llegar tras intentar agotar todo el itinerario disponible. «Sin este tipo de centros, las personas que los necesitan se quedarían en casa, con lo que esto supone: sin posibilidad de tomar iniciativas; originando una falta de respiro a la familia, en la que se darían cada vez peores relaciones; sin recibir rehabilitación cognitiva ni establecer ningún tipo de interacción social… Es decir, con más posibilidades de empeoramiento, de tener más brotes, necesitar más visitas al psiquiatra del Centro de Salud Mental, etc.», afirmaba.
Antes de reunirnos en torno a la mesa para disfrutar juntos de un pequeño ágape, viene siendo costumbre que, en este día tan especial, las personas usuarias agasajen a sus familias con algún tipo de actuación. En Irún no puede faltar la música del coro Antzaran. En Beasain todavía se recuerda la representación de la zarzuela ‘El Caserío’. En esta ocasión, en el CRPS de Beasain, como despedida tras el lunch, todos juntos entonamos Lau teilatu, de Itoiz, acompañados por la guitarra de uno de los usuarios.
Un aplauso fuerte por continuar con ganas de cantar y, sobre todo, ¡feliz 2018!