Las peritaciones psiquiátrico-psicológicas sirven para ayudar a la justicia en distintos tipos de litigios, sean laborales o no. Así por ejemplo, ante la sospecha de enfermedad mental, informes y declaraciones periciales contribuyen a que los tribunales puedan determinar si una persona es responsable o no de sus actos. Con este curso, que se prolongará al menos durante otra jornada, se pretende promover la sensibilización de profesionales de otros centros de Hermanas Hospitalarias en esta materia, además de contribuir a su progresiva formación y capacitación para la actividad pericial, cada vez más demandada por la sociedad.
Las evaluaciones psiquiátrico-psicológicas pueden ir destinadas a los ámbitos jurídicos:
– Civil: una situación de presunta incapacidad para tomar decisiones relativas a la propia persona puede modificar la validez de actos jurídicos relevantes como votar, tutelar a otra persona, hacer testamento, etc.
– Penal: un trastorno mental puede constituir un atenuante o eximente de la responsabilidad que el tribunal tiene en cuenta a la hora de imponer una pena a una persona que ha cometido un delito.
– Administrativo-Laboral: esta relación entre el mundo del derecho y el sanitario es más reciente y novedosa. Cada vez está más presente porque la enfermedad mental a menudo es causa de incapacidad temporal o permanente en diferentes grados, y porque la sociedad hace una mejor utilización de sus recursos económicos.
Mención aparte merece la asistencia al ámbito canónico, del derecho público eclesiástico, en el cual los servicios de peritación legal básicamente aportan información al Tribunal de la Santa Sede en causas de nulidad matrimonial.
El peritaje, instrumento de colaboración con la Justicia
Según el doctor Madariaga, psiquiatra y presidente durante años de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal (SEPL), el aumento de la demanda de valoraciones legales en el ámbito del trabajo se justifica, entre otras cuestiones, “por la época de crisis económica y de dificultad en el manejo de los recursos humanos en que vivimos, con una frecuencia significativa de períodos de baja laboral prolongados y una amplia solicitud de incapacidades laborales”.
Iñaki Madariaga explicó que la progresiva judicialización de la sociedad es en sí misma positiva, que presencia de un juez y un forense tiene como finalidad que se aplique la ley, “lo cual es bueno para todos”. La colaboración entre el mundo judicial y el sanitario tiene su máximo exponente en la solicitud de informes periciales dirigidos a valorar las capacidades psíquicas de las personas y a evaluar y su capacidad laboral consiguiente. Y es desde el ámbito judicial, y más concretamente de lo administrativo-laboral, desde donde se está produciendo esta demanda.
Por esta razón, ante un conflicto de intereses, cada vez es más habitual que se requieran peritaciones de personas y que se solicite a psiquiatras y psicólogos comparecer en juicios en calidad de peritos. En este contexto, los profesionales de Hermanas Hospitalarias están en una situación privilegiada para poder llevar a cabo el progresivo desarrollo de esta actividad: los servicios de valoración de Aita Menni son contratados desde hace años por numerosas instituciones públicas y mutuales laborales. El hecho de pertenecer a una entidad sin ánimo de lucro los hace merecedores de una consideración de mayor neutralidad tanto ante las entidades sociales como ante las administrativas y judiciales. “Somos piezas clave en el proceso. El valor radica en la objetividad máxima, en nuestra imparcialidad, en ser profesionales, ecuánimes y sensibles. Y malo sería que nos identificaran de otra forma”, apostilló Madariaga.
Tras abordar el encuadre, la exploración y las conclusiones del informe pericial, se expusieron algunos casos prácticos en esta primera jornada, que suscitó gran interés entre los psiquiatras y psicólogos participantes. El próximo día, Vicente Hueso hablará desde su experiencia en el peritaje de las funciones del psicólogo clínico forense.