Entre doce y catorce pacientes, procedentes de distintas unidades y con distintas necesidades, acuden varios días por semana a la lavandería y realizan varias tareas, con mayor o menor nivel de exigencia, según su perfil. Una vez que la ropa está limpia y seca, ayudan a doblarla y la ordenan por unidad. También secan y planchan algunos trajes del personal con la ayuda de un robot.En horario de mañana, estos pacientes incluso cosen y hacen pequeños arreglas en las prendas, una tarea requiere mucha atención y un buen control motor.
El grupo es heterogéneo; compuesto por pacientes de media y larga estancia psiquiátrica. Para ellos la asistencia a este taller significa salud, normalización, tranquilidad, un motivo para levantarse por la mañana, sentimiento de utilidad y una oportunidad para la relación con sus iguales.
Ocupación cercana a la laboral
“Buscamos que los pacientes puedan tener una ocupación que les genere interés, fomente su autoestima y aporte calidad de vida a través del desempeño de tareas de forma flexible, complementarias a actividades propias de cada unidad como gimnasia o manualidades”, explica la responsable del Servicio de Rehabilitación y Dinamización Social, la psicóloga Macarena Aspiunza.
Los pacientes que acuden a talleres como el textil tienen una serie de privilegios o recompensas por participar en esta actividad. Los psicólogos han implantado un sistema de economía de fichas, en el que el paciente obtiene una serie de refuerzos como respuesta a su asistencia al taller, desempeño de la tarea de una forma adaptada y sin problemas de conducta o de interacción.
Beneficios terapéuticos
Los beneficios terapéuticos de la participación ocupacional de una persona con enfermedad mental grave en este taller pueden ser varios:
– desarrollo de comportamientos autónomos
– fomento del autoconcepto y la autoeficacia percibida
– cultivo de la autopercepción, identidad personal y utilidad social
– trabajo del umbral de tolerancia a la frustración y la fatiga
– desarrollo de la iniciativa y comportamientos creativos
– desarrollo de la participación en tareas grupales
– fomento de las capacidades de relación e interacción social
– entrenamiento en la adquisición de pautas socioculturales de conducta ante las demandas del medio laboral
– fomento de aspectos actitudinales y motivacionales
– competencia en las tareas (aspectos productivos): se valoran aspectos como la calidad de la ejecución y el índice de productividad de la persona
Monitores y terapeutas han comentado con estos pacientes diversos aspectos sobre su participación. La respuesta ha sido generalizada en cuanto al alto grado de satisfacción.