Las drogas y sus efectos. Charlas de prevención para adolescentes
Durante las últimas semanas, varios grupos de chicos y chicas se han acercado hasta el aula docente del Hospital Aita Menni. Allí, Amaia Bolumburu les ha informado sobre «Las drogas y sus efectos«. En estas sesiones, nuestra psicóloga clínica ha estado ayudada de dos pacientes de la la Unidad de Media Estancia, que les han contado en primera persona su experiencia con las drogas. Concretamente, se han beneficiado de estas charlas estudiantes de Iraurgi Ikastetxea e Ikasberri Ikastetxea, de Azpeitia; y de Txantxiku Ikastola y Elkar Hezi Ikastetxea, de Oñate.
Amaia Bolumburu realizó una revisión de las drogas más frecuentes, empezando por el alcohol y el tabaco, y terminando por las sustancias que han llegado a Europa recientemente, como shabú, kin o kokodril. Tras su exposición y el visionado de algunos videos demostrativos, se dio voz a la experiencia real de dos personas que se encuentran en estos momentos ingresadas en la UME. “La primera vez que me metí una raya de coca sentí ganas de vomitar, pero seguí porque me dejé arrastrar por los demás”, contó uno de los jóvenes. Estos testimonios tienen un gran valor e impactan mucho a quienes los escuchan.
La adolescencia es un periodo crucial, por tanto más vale prevenir. Los problemas y trastornos a causa de las drogas son más pronunciados entre aquellas personas que se inician en su consumo antes de los 15 o 16 años. Este inicio temprano puede traducirse además en un peor rendimiento escolar y en el abandono prematuro de los estudios.
Los centros educativos y otras entidades de jóvenes que tengan interés en recibir este tipo de charlas pueden telefonear al Hospital Aita Menni (tel. 943 794411) y preguntar por Ainhoa Cortabarria.
Adicción y otras consecuencias
Fumar provoca enfermedades arteriales y pulmonares, melanosis, deterioro de las piezas dentales. El elevado consumo de alcohol, convertido en un hábito social desde la adolescencia, puede provocar graves trastornos cerebrales, cardiovasculares y hepáticos, además de una grave adicción física y psicológica, e incluso daño cerebral. El cannabis, en sus distintas presentaciones (hachis, maría…), deprime el sistema nervioso central y provocan alucinaciones, somnolencia, alteraciones sensoriales, dificultad para realizar funciones complejas, etc. Entre los riesgos psicológicos, el cannabis interfiere en el aprendizaje, la concentración y la memoria; origina reacciones agudas de pánico y ansiedad; desencadena trastornos mentales tipo psicosis, y reduce la actividad del sistema inmunitario, entre otras consecuencias.
El cannabis es la droga ilegal más consumida en todo el mundo. Y según Amaia Bolumburu, hay que tener mucho ojo: el 62% de las webs son favorables al consumo de cannabis pero esta información no procede de entidades educativas o de agencias públicas de salud o de investigación. Por otra parte, los estudios demuestran que el cannabis es la “puerta de entrada” al consumo de otras drogas, ya que casi todos los adolescentes que han probado la cocaína y la heroína previamente han consumido alcohol, tabaco y cannabis.
Metanfetamina o speed, éxtasis o mdma (metilendioximetanfetamina), cocaína… Todas estas sustancias pueden conllevar trastornos psíquicos y gran dependencia, riesgo de infarto, de hemorragias cerebrales y un largo etcétera. Por lo tanto, es mejor no consumirlas. Son drogas y como tales se comportan.