Un documental para difundir la realidad asistencial de las personas con autismo y discapacidad intelectual
El Hospital Aita Menni y Mondragón Unibersitatea (M.U.) colaboran de nuevo contra la discriminación y los prejuicios. Este curso, como resultado del proyecto de colaboración entre el Grado Comunicación Audiovisual de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de M. U. y el HAM, se ha producido el documental ‘Pauso bat aurrera’ (Un paso adelante).
El proceso de colaboración con el Grado en Comunicación Audiovisual se inició durante el último trimestre de 2017. ‘Zarena gara’ fue el primer cortometraje de este trabajo conjunto entre el equipo de profesores, estudiantes y profesionales de Aita Menni. Un curso después, el convenio entre ambas entidades ha enfocado las cámaras hacia la Unidad de Discapacidad Intelectual Discapacidad (UDI).
La psicóloga Macarena Aspiunza, coordinadora de la UDI, nos cuenta que el objetivo de este nuevo trabajo «es dar a conocer la complejidad de una realidad asistencial en el ámbito de la discapacidad y trastorno del espectro autista; en concreto se trata de la incidencia cada vez más elevada de las alteraciones graves de conducta en ambos colectivos y cómo dicha problemática dificulta el abordaje e intervención en los mismos».
«En el año 2004 surge este proyecto, que en pocos años ha ido creciendo de forma exponencial, contando en la actualidad con un total de 36 plazas. Se trata de personas cuyo rango de alteración de conducta es muy elevado, teniendo un impacto determinante sobre el propio individuo y la sociedad. En concreto, se trata de una problemática comportamental que puede llegar a poner en compromiso la integridad de la propia persona o la de los demás, aspecto que conlleva una restricción importante en su participación en la comunidad y acceso a los recursos y servicios que se ofrecen en la actualidad”, subraya.
Protagonistas de su propia historia
El proceso de ideación, creación, toma de decisiones y ejecución del proyecto se ha llevado a cabo a lo largo del primer semestre de 2019. El documental ‘Pauso Bat Aurrera’ –que puede verse bajo estas líneas-, evidencia los avances terapéuticos y sociales logrados, pero también que el estigma social continúa presente en muchos ámbitos. El audiovisual ha sido evaluado por el tribunal académico de la propia M.U. con la conformidad de Aita Menni. La experiencia ha sido muy positiva. El primer punto a favor es que «a nuestros pacientes les ha reforzado mucho el hecho de verse en un vídeo, de ser protagonistas de su propia historia», asegura la psicóloga.
La vida en la UDI
La UDI de Aita Menni presta asistencia a personas que necesitan de un elevado nivel de apoyo, todas ellas con diagnóstico de discapacidad intelectual, trastorno de espectro autista, enfermedad mental y graves alteraciones de conducta. El modelo de intervención que da respuesta a dichas conductas problemáticas se basa en la Atención Centrada en la Persona, aspecto que determina los valores y prácticas de todo el equipo asistencial. «Los casos vienen derivados por parte de la Diputación Foral de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, ante la aparición de importantes dificultades de manejo en los recursos sociales y sanitarios destinados a la atención a personas con DI y TEA. El rango de edad comprende desde los 15 hasta los 55 años, aunque la media de edad no supera los 30 años”, explica Macarena Aspiunza.
La UDI, además de ofrecer una estructura que contribuye al bienestar de las personas y sus familias, persigue crear un entorno de estimulación y socialización a través de un amplio abanico de actividades cognitivas, comunicativas, motoras, didácticas, lúdicas, ocupacionales y comunitarias.
Aita Menni quiere agradecer a la Universidad de Mondragón este trabajo, que han llevado adelante los estudiantes Naroa Inza Retes, Aitor Viejo Güemes e Irati Gonzalez Lopez, con Idoia Astigarraga Agirre como tutora; así como al equipo asistencial de la UDI y los pacientes que han colaborado. Asimismo, quiere hacer una mención especial a las dos madres que han intervenido: Mª Luisa Bizkarra Olabegoia e Iraia Saiz, por el esfuerzo que ha supuesto para ambas.