El pasado 28 de febrero, martes de Carnaval, se celebraron los Carnavales 2017 en el Hospital Aita Menni. Varios meses atrás, en cada Unidad, nuestros pacientes han ido confeccionando sus trajes de disfraces, ensayando bailes, rituales y representaciones. En esta edición se trataba de trasladarnos, mediante la imaginación, a todas las personas presentes entre el público hasta diferentes tribus del mundo. Tras una rica chocolatada, todas las tribus se reunieron en la galería, donde nos hicieron vibrar de emoción.
Quienes tienen una enfermedad mental ven afectado su tono afectivo, su conducta y la manera en que se comunican con otras personas, lo que repercute en su vida diaria y la de los suyos. El aislamiento social, las dificultades en las habilidades sociales y en la interacción con el entorno, familia, amistades, etc. son características asociadas a las personas con enfermedad mental grave.
Puede ocurrir que una persona con enfermedad mental empiece a comportarse de manera extraña, a estar más aislada, a evitar salir con amigos. Quizá duerma poco o demasiado, hable sola o se ría sin motivo aparente.
El poder de un disfraz
A la hora de analizar factores y variables que intervienen en la posible rehabilitación y reinserción de estas personas, las habilidades sociales son una de las principales variables que influyen a la hora de hablar de rehabilitación y recuperación de una buena calidad de vida en esta población, marcando la evolución y el pronóstico que podemos determinar.
El disfraz nos hace sentir que todos somos capaces.