En la figura de San Benito Menni descubrimos a un hombre que supo traspasar fronteras haciendo de la globalización solidaria de la Hospitalidad una realidad. Su legado nos invita a llegar a los espacios y personas donde otros no llegan, y a reflejar la importancia y dimensión de la obra hospitalaria.
Rasgos biográficos
San Benito Menni nace en Milán (Italia) el 11 de marzo de 1841. En 1860, ingresa en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y en 1867 es ordenado sacerdote. Ese mismo año el Papa Pío IX le encomienda “ir a España con la bendición del cielo, a restaurar la Orden en su misma cuna”. Después de los decretos de Mendizábal (1835 y 1836) la Orden Hospitalaria se había extinguido. Había que partir de cero, en un clima de abierta hostilidad a todo lo religioso, entre guerras y revoluciones.
Un año después el joven sacerdote abre en Barcelona el primer hospital infantil de España. En 1877, por su sensibilidad y preferencia por las personas con enfermedad mental, a quienes consideró las más necesitadas, obtiene la autorización para abrir un hospital psiquiátrico en Ciempozuelos (Madrid).
Muy pronto se da cuenta de que el Señor necesitaba manos femeninas y corazones de madre para atender a las mujeres con enfermedad mental y a las niñas con discapacidad. En 1881, entrega el hábito de religiosas a María Josefa Recio y María Angustias Giménez y funda la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
Benito Menni fue restaurador de la Orden de San Juan de Dios no sólo en España sino también en Portugal y México. El padre Menni, aita Menni en el País Vasco, hizo una opción preferencial por las personas que sufren enfermedad mental y creo centros propios para ofrecer una asistencia integral y mantener la identidad hospitalaria. A lo largo de su vida de entrega a los más desfavorecidos fundó 14 centros para la atención psiquiátrica y 15 asilos para la atención de niños con discapacidad y abandono.
Pionero en la atención psiquiátrica y en la consideración de la locura como enfermedad, la obra de Benito Menni tuvo repercusiones muy importantes sobre el desarrollo de la asistencia a los enfermos mentales en España. Promovió un estilo de servicio humanizado y humanizante, un modelo organizativo y asistencial centrado en el bien de la persona en todo su valor y dignidad, aunando siempre ciencia y caridad. Para él lo esencial no era tener centros propios o por cuenta ajena, aquí o allá, sino servir a los enfermos y atender sus necesidades.
Benito Menni murió en Dinán (Francia) el 24 de abril de 1914. Fue beatificado por el Papa beato Juan Pablo II el 23 de junio de 1985 y su canonización tuvo lugar en Roma el 21 de noviembre de 1999.
Programa de actos con motivo del centenario
Centenario de la muerte de San Benito Menni. Actos en el País Vasco