Un caso clínico para profundizar en el diagnóstico diferencial
En el contexto de la formación y debate de las sesiones clínicas, el pasado lunes día 12, la psiquiatra responsable de la Unidad de Media Estancia (UME), Beatriz Nogueras, presentó junto a Amaia Bolumburu, psicóloga clínica de dicha Unidad, un caso clínico que presenta dificultades tanto a nivel diagnóstico como terapéutico.
Su presentación sirvió para revisar algunos diagnósticos psiquiátricos menos frecuentes en nuestra práctica clínica hospitalaria y profundizar en el diagnóstico diferencial y tratamiento.
En concreto, tras presentar el caso desde sus antecedentes hasta los resultados de la evaluación psicológica y psicopatológica y la evolución desde el ingreso, se trataba de discutir el diagnóstico diferencial entre entidades tan diferentes como distimia y psicosis, así como un repaso a los distintos trastornos calificados somatomorfos (según clasificación CIE10) o trastornos de síntomas somáticos y trastornos relacionados (según clasificación DSM V), incluyendo el trastorno de conversión (también llamado trastorno de síntomas neurológicos funcionales), y el trastorno facticio, sin olvidar la simulación. En el abanico de diagnósticos posibles se incluyó el trastorno de personalidad, compatible con los previos.
Asimismo, y teniendo en cuenta que las recomendaciones terapéuticas en estos casos son escasas, a veces contradictorias y a menudo poco efectivas, se repasaron las distintas estrategias utilizadas a lo largo del ingreso, tanto a nivel psicofarmacológico como psicoterapéutico, así como la necesidad de ser flexibles a la hora de modificar abordajes cuando, a pesar de estar indicados, no resultan efectivos e incluso puntualmente pueden provocar un retroceso clínico.
Se compartió la experiencia de un caso de parecidas características en un CRPS, que tras años de tratamiento y mejoría por parte del paciente, pudo finalmente ser dado de alta.
Se trata de casos difíciles de diagnosticar y complicados de tratar, y en los que la hospitalización puede resultar a veces en un arma de doble filo de dudosa indicación.
Desde el público se subrayó la importancia de la exhaustiva evaluación que puede realizarse en un entorno hospitalario (y que no resulta factible desde la atención ambulatoria), para poder emitir un diagnóstico fiable. También se compartió información sobre cuáles han sido las estrategias más eficaces, de cara tanto a favorecer la mejor calidad de vida y funcionalidad del paciente como para la continuidad del tratamiento en entorno comunitario o la manera de satisfacer nuevas demandas de tratamiento hospitalario.