Discapacidad intelectual

Guía rápida para la implantación del modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo

Leire Zamora Birichinaga

Psicóloga general sanitaria. Máster en Psicología Clínica. Hermanas Hospitalarias Aita Menni.

 

La implementación del modelo de Schalock y Verdugo requiere un enfoque personalizado y holístico que considere todos los aspectos de la vida de una persona, desde su bienestar físico hasta su integración social y derechos. Estas pautas aseguran que el modelo se aplique de manera efectiva, permitiendo mejorar la calidad de vida de las personas de manera integral y respetuosa.
Dos chicas y un chico jóvenes, sentados en una mesa elaborando un cartel en el que puede leerse "Derechos de las personas con discapacidad intelectual"

La implementación del modelo de calidad de vida establecido por Schalock y Verdugo requiere un enfoque estructurado y centrado en la persona, con pautas que aseguren el respeto a la individualidad y a las necesidades específicas de cada persona, especialmente en contextos como la educación, el ámbito social o los servicios de atención a personas con discapacidad. A continuación, se describen las principales pautas para implantar este modelo:

1. Evaluación individualizada y participativa

  • Entrevistas y encuestas: realiza evaluaciones que incluyan tanto indicadores objetivos (salud, ingresos, vivienda) como subjetivos (satisfacción personal, bienestar emocional). Es fundamental que las personas participen activamente en la evaluación, expresando su percepción de calidad de vida.
  • Fomentar la autodeterminación: involucra a la persona en la toma de decisiones sobre su vida, lo que promueve la autodeterminación, uno de los pilares del modelo.
  • Diseño de planes individualizados: los planes de intervención o apoyo deben diseñarse con base en las evaluaciones realizadas, teniendo en cuenta las aspiraciones y deseos personales de la persona.

Guía rápida para la implantación del modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo

2. Intervenciones centradas en las ocho dimensiones

  • Bienestar físico: asegura el acceso a servicios de salud, actividad física adaptada y una alimentación adecuada. Fomenta una vida saludable.
  • Bienestar emocional: proporciona apoyo psicológico si es necesario y crea ambientes donde las personas se sientan seguras, valoradas y felices. Facilita actividades que promuevan la autoestima y la satisfacción personal.
  • Relaciones interpersonales: facilita la creación de redes sociales y relaciones positivas. Ofrece oportunidades para que las personas interactúen con otras dentro de la comunidad, ya sea en el trabajo, en la escuela o en actividades recreativas.
  • Desarrollo personal: ofrece oportunidades de aprendizaje continuo, tanto a nivel formal (educación) como informal (habilidades para la vida diaria). Promueve el acceso a programas de formación y capacitación.
  • Autodeterminación: capacita a las personas para que tomen decisiones sobre su vida diaria, desde actividades cotidianas hasta decisiones más complejas como la gestión de sus recursos financieros.
  • Inclusión social: asegura que las personas participen activamente en la vida de la comunidad, ya sea mediante el acceso a servicios, actividades recreativas o laborales. Evita la exclusión y promueve la igualdad de oportunidades.
  • Derechos: garantiza que se respeten los derechos humanos fundamentales, como la privacidad, la dignidad y la igualdad ante la ley. Educa sobre los derechos y proporciona acceso a la defensa de los mismos si es necesario.
  • Bienestar material: asegura que las personas tengan acceso a recursos financieros suficientes, una vivienda adecuada y los bienes necesarios para una vida digna.

Guía rápida para la implantación del modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo

3. Formación del personal y sensibilización

  • Capacitación continua: el personal de atención, educadores o trabajadores sociales deben estar capacitados en el enfoque de calidad de vida, comprendiendo los principios del modelo y las necesidades específicas de las personas a las que apoyan.
  • Sensibilización sobre la autodeterminación: es clave que el personal fomente la participación activa de la persona en la toma de decisiones y evite actitudes paternalistas que limiten su autonomía.
  • Ética en la intervención: asegura que todas las acciones se basen en el respeto a la dignidad de la persona, promoviendo siempre su bienestar y evitando situaciones de abuso o negligencia.

4. Promover el entorno inclusivo y participativo

  • Adaptar el entorno: asegura que los entornos físicos sean accesibles para todos (sin barreras arquitectónicas), y que los entornos sociales sean acogedores y sin discriminación.
  • Programas de integración comunitaria: desarrolla programas que faciliten la inclusión en la comunidad, como actividades culturales, deportivas y laborales que permitan la participación de todos.
  • Fomentar redes de apoyo: facilita la creación de redes de apoyo formales e informales (familiares, amigos, compañeros de trabajo) para proporcionar un entorno más seguro y afectivo.

5. Monitoreo y evaluación continua

  • Revisión periódica de los planes de apoyo: realiza un seguimiento continuo para evaluar si las intervenciones están mejorando la calidad de vida de la persona. Ajusta los planes de acuerdo a las nuevas necesidades o metas que surjan.
  • Indicadores de éxito: define indicadores claros para medir la calidad de vida a través de las dimensiones propuestas (bienestar emocional, inclusión social, etc.), y utiliza estas métricas para guiar la toma de decisiones y ajustes en las intervenciones.

6. Enfoque en la colaboración interdisciplinaria

  • Trabajo en equipo: fomenta la colaboración entre profesionales de distintas áreas (psicólogos, trabajadores sociales, educadores, personal médico) para ofrecer un apoyo integral a la persona.
  • Involucrar a la familia y la comunidad: la familia y la comunidad deben estar involucradas en el proceso, ya que son una parte crucial en el bienestar y desarrollo de la persona. La comunicación y la coordinación son fundamentales.

7. Adaptación cultural y personal

  • Respeto por la diversidad cultural: asegúrate de que las intervenciones respeten las diferencias culturales y las preferencias personales de las personas, incluyendo aspectos como religión, idioma, costumbres y valores.
  • Enfoque flexible: cada persona es única, y es importante que las intervenciones se adapten a las características y necesidades individuales, en lugar de aplicar un enfoque rígido o estandarizado.

8. Promover la defensa de derechos y la visibilidad social

  • Empoderamiento de la persona: fomenta la participación activa en la defensa de sus propios derechos, creando oportunidades para que las personas puedan expresarse y ser escuchadas.
  • Visibilización de los logros: reconoce y celebra los logros personales y sociales de las personas, lo que contribuye a su autoestima y les permite verse como agentes activos en su propia vida.

Guía rápida para la implantación del modelo de calidad de vida de Schalock y Verdugo

Conclusión

La implementación del modelo de Schalock y Verdugo requiere un enfoque personalizado y holístico que considere todos los aspectos de la vida de una persona, desde su bienestar físico hasta su integración social y derechos. Estas pautas aseguran que el modelo se aplique de manera efectiva, permitiendo mejorar la calidad de vida de las personas de manera integral y respetuosa.

Referencias

Schalock, R. L., & Verdugo, M. A. (2002). Handbook on Quality of Life for Human Service Practitioners. AAMR.

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