Iñigo Lavado nos ofreció un menú muy especial en todos los sentidos en su restaurante ‘Singular’
A finales del pasado año celebramos en el CRPS de Irún la ‘Semana gastronómica de la alimentación saludable‘. Y dentro del programa se encontraba la visita al restaurante Singular, del prestigioso chef Iñigo Lavado. Después de ver el trato, la atención y dedicación que nos dispensaron aquel día, decidimos que este año la comida para la celebración de las fiestas patronales de Irún la haríamos allí.
Al aproximarse la fecha, una monitora acudió junto con dos personas usuarias para poder realizar la reserva y nos atendió el propio Iñigo Lavado. Entre todos le explicamos cuántos seríamos, cuál era nuestro presupuesto y los diferentes tipos de dieta que eran precisos para el grupo (celiaquía, intolerancia a la lactosa, diabetes…). Finalmente acordamos ponernos en sus manos y dejar que él diseñara el menú que íbamos a disfrutar.
Todos en el centro estábamos ilusionados y nerviosos los días previos. Y por fin llegó el ansiado día. Había que acicalarse para la ocasión, así que aprovechamos la mañana para dar las últimas pinceladas al pelo y maquillaje. En nuestro improvisado ‘salón de belleza’ hubo tiempo incluso para la manicura, en un ambiente muy distendido y cargado de sonrisas.
A la hora convenida acudimos al restaurante, donde nos recibieron Iñigo Lavado y su esposa, Arantxa Martínez, en persona. Allí nos fuimos sentando en el comedor que ellos y su equipo habían preparado con toda la ilusión.
En las conversaciones que tuvimos con Iñigo antes de la comida, nos transmitió que quería que pudiéramos disfrutar de un gran día y una buena comida, para lo cual el ‘Singular’ iba a poner todo por su parte. Él, como en Aita Menni día a día, buscaba favorecer la integración en el entorno comunitario de una forma normalizadora.
Y, desde luego, así fue. No solo conseguimos ese objetivo de avanzar en la inclusión de las personas con enfermedad mental en la comunidad sino que la comida fue memorable. Por no hablar de la atención exquisita.
Durante todo el rato Iñigo Lavado se paseó por las mesas para poder hablar con nosotros. Al final de la comida se sacó, como puede verse más arriba, una foto con todo el grupo y nos trajo el libro de firmas para que todos pudiéramos dejar nuestra huella. Antes de irnos nos volvió a repetir que podemos contar con él para lo que necesitemos.
Desde el centro no tenemos más que palabras de agradecimiento hacia Iñigo Lavado y su equipo por la atención y cariño con el que nos tratan siempre.