Exponemos nuestra intervención en afectividad y sexualidad en personas con diversidad funcional
¿En qué momento y cómo empieza la violencia de género? ¿Cómo se aborda desde la psicología, desde la atención sanitaria o en el ámbito judicial? ¿Cuáles son las posibilidades de actuación en el plano preventivo? Con el objetivo de dar respuesta a estas preguntas se celebró entre el 2 y el 4 de noviembre en la Universidad de Deusto de Bilbao la XIV edición de las Jornadas Estatales de Psicología contra la Violencia de Género.
En este foro, Ainhoa Espinosa de Luzarraga, neuropsicóloga del Servicio de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Aita Menni, presentó un póster mediante el que explicó el “Programa de intervención neuropsicológica en afectividad y sexualidad a personas con mayor diversidad funcional” llevado a cabo para personas con daño cerebral, y más adelante también con personas con enfermedad mental o discapacidad intelectual. Su contribución se centró en la importancia de la salud sexual y su relación directa con la calidad de vida.
La experta —que aboga por una intervención neuropsicológica que incluya la sexualidad — destacó la importancia de abordar la sexualidad desde una perspectiva global y de ayudar a las personas a aceptar su identidad y su forma de relacionarse. El programa que desarrolla proporciona atención neuropsicológica específica en el ámbito de la sexualidad a personas con DCA, para que puedan disfrutar de relaciones íntimas satisfactorias y, de este modo, mejore también su calidad de vida. Asimismo, busca dar a conocer a la persona con discapacidad y a su entorno cercano las posibles interferencias en la sexualidad de los déficits cognitivos y conductuales, a la par que trata de compensarlos de forma individualizada.
Tal y como se destaca en el póster, nuestra neuropsicóloga imparte talleres grupales y proporciona pautas de manejo a equipos sociosanitarios, no solo de atención al daño cerebral adquirido sino también de salud mental y a unidades de convivencia/residencias. En este formato describió los objetivos, metodología y resultados de este tipo de intervención neuropsicológica holística, que, como no puede ser de otra forma, incluye la valoración e intervención en la salud sexual de quienes lo necesitan, por su diversidad funcional o por lo cambios implícitos a raíz de haber sufrido un daño cerebral adquirido.
La intervención en afectividad y sexualidad se ha mostrado posible y eficaz. El programa desarrollado por Espinosa de Luzarraga promueve el derecho a la sexualidad de todas las personas, independientemente de sus características o condiciones de salud, y ha dado resultados positivos. Más concretamente, entre otras cuestiones, pretende que cada participante:
- Interiorice un concepto de sexualidad global frente a otro centrado en la genitalidad.
- Acepte su identidad y su manera de relacionarse.
- Reaccione con agradecimiento al afecto y rechazo al abuso.