Hablamos de afectividad y sexualidad tras el daño cerebral adquirido en el V Congreso Iberoamericano de Neuropsicología
Ainhoa Espinosa Luzarraga, psicóloga general sanitaria y neuropsicóloga del Servicio de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Aita Menni, fue ponente el V Congreso Iberoamericano de Neuropsicología que se ha celebrado los días 21 al 23 de septiembre en Oporto (Portugal). Introducir la sexualidad como parte integral de la intervención neuropsicológica y garantizar el derecho a la sexualidad para todas las personas, independientemente de sus condiciones de salud fue el objetivo general de su exposición. Su intervención se centró en la importancia de abordar la sexualidad en el contexto de la Neuropsicología, especialmente en personas con daño cerebral adquirido (DCA), y presentó un enfoque integral para abordar esta dimensión del ser humano de manera efectiva.
En opinión de nuestra experta, “la salud sexual es un derecho universal y está vinculado directamente a la calidad de vida, por lo que adquiere un valor esencial en la intervención global”. Durante su trayectoria en la atención a la salud sexual en personas con DCA, nuestra neuropsicóloga ha echado en falta información en documentos clínicos y constatado que los modelos de intervención existentes excluían la diversidad funcional. Esta carencia de herramientas la llevó a la creación de un programa de intervención grupal y acciones individuales específicas. Este programa —llevado a cabo en 2013 en los Centros de Día de Daño Cerebral del Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia Bekoetxe y Lurgorri— incluyó actividades adaptadas a diferentes grupos, sesiones individuales complementarias y objetivos relacionados con la satisfacción personal y la mejora de las relaciones íntimas. La intervención individual consistió en psicoeducación en sexualidad, terapia de ajuste emocional y exploración de respuestas corporales, comunicación de necesidades y selección de recursos terapéuticos. Las personas participantes evidenciaron resultados positivos tras la implementación de este programa, entre ellos, mejoras en el conocimiento e inclusión en el disfrute sexual.
Interferencias en la salud sexual e intervención
La identificación de interferencias en la salud sexual ocupó un buen espacio en la intervención de Ainhoa Espinosa. Dentro de este apartado, se analizaron las posibles interferencias debido a cambios hormonales —ya que el daño cerebral también puede afectar al sistema endocrino, tanto en hombres como en mujeres—, a déficits cognitivos, cambios conductuales/emocionales y sus diferencias según el momento vital en el que ha ocurrido el DCA.
La ponente destacó diferentes áreas de intervención en la neuropsicología relacionadas con la sexualidad, entre ellas, la adquisición de habilidades, el trabajo de conciencia, el ajuste de expectativas, la aceptación de las propias características personales y el acompañamiento emocional. Estas intervenciones persiguen los siguientes fines:
- Introducir la sexualidad como parte de la intervención de la neuropsicología
- Garantizar el derecho a la sexualidad independientemente de las condiciones de salud de la persona.
- Dar a conocer a la persona y, a su entorno, las posibles interferencias en la sexualidad de los déficit cognitivo-conductuales.
- Apoyar en la aceptación de la nueva identidad.
- Dotar de capacidad de satisfacción personal mejorando las relaciones íntimas y buscando nuevas maneras de disfrute y relación.
En cuanto a su reflejo en los informes de intervención neuropsicológica, señaló los objetivos habituales de la neuropsicología y las pautas para trabajar con el entorno, familias y otros profesionales en aras de garantizar una atención integral.
La ponencia de Ainhoa Espinosa, formadora en varios centros de daño cerebral y también autora de una guía clínica para aprender a disfrutar de la sexualidad con diversidad funcional, concluyó subrayando que la intervención en sexualidad en personas con DCA es posible y eficaz, con resultados que se plasman en una mejora de la calidad de la vida cotidiana.